jueves, 30 de mayo de 2013

ODIO HACIA LA COSTUMBRE.

MIMONÓLOGOPARATEATRO

Quizás en este momento no. ¿Pero qué va a pasar después? 

(Hace un gesto.) 

Hace dos meses caí por última vez.
Vino un chico a "Bagatelle"... 
Veinticinco años... 
Tenía un año de casado. Muy rico el chico. 
Me gustó. Me gustó realmente. 
Tenía algo de pibe... (Sonríe.)

Lo tuve que besar yo por primera vez, imagínate. (Breve pausa.)
¡Habló...! 
Habló toda la noche. 
Me recitaba versos... Mirá vos.(Breve pausa.) 

Después vinimos acá... ¿Sabés qué me dijo? 
Que era la primera mujer verdadera que conocía en su vida. 
No me tocaba... 
Estaba sentado ahí (Señala.) y me miraba con sus ojos de nene.
Prácticamente yo tuve que hacerlo todo. 
Y me gustaba. 
No le pedí nada, te lo juro. 
Sólo que se mantuviera así y me dejara hacer. (Hace un gesto.) 

Cuando se sacó el gusto, lo primero que hizo fue mirar la hora. Y hablar de su mujer, de su pobre mujercita que lo estaba esperando. 
Casi se pone a llorar: 
"¿Cómo pude hacer le esto a mi mujer?" 
Se vistió y se fue. (Hace un gesto.) 

No viejo... A esta altura de mi vida, eso no. (Breve pausa.) 

Ahora salgo con un viejo... ¡qué sé yo! 
Tiene más de sesenta años. 
Nos encontramos todos los miércoles para cenar y bailar. 
Casi ni me toca y me da tres mil pesos por noche. 

Eso es mucho más honesto, ¿entendés?

Instrucciones para llorar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. 

El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. 

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. 


Duración media del llanto:
3 minutos.

Numerología

cinco
Signo de la acción y la inquietud. Es el símbolo de la libertad, la adaptabilidad, el espíritu viajero y aventurero, pero también de la inconsistencia y del abuso de los sentidos. Expansivo y sociable, de nuevas y visionarias ideas; de pensamientos rápidos, polifacético, curioso y explorador; ingenioso a la hora de utilizar la libertad de forma constructiva.
También es el número de la fortuna, la magia y la aventura. Son personas que les atrae lo desconocido, lo extraño, lo misterioso.
En el lado negativo, demasiada inquietud, a veces descontento e insatisfecho, de temperamento tenso, suele tomar muchas decisiones precipitadas, impaciente, falto de aplicación a los temas.





(Qué cierto)

miércoles, 29 de mayo de 2013

VIERNESDOMINGO

Viernes es el día en que uno recoge lo acumulado en la semana y lo apuesta todo al rojo o al negro. Domingo es el día en que sale doble cero y vuelta a empezar.

Domingo es el día en que uno comprende cómo vivir el fin de semana que ya se acabó. El viernes siguiente lo habrá olvidado.

Viernes es el día en que uno se sube al auto. Domingo es el día en el que, ante lo irreparable, lo lamenta.


Y yo me pregunto...

¿Cuánta es la gente que realmente escucha en lugar de estar esperando que uno se calle para hablar? 

viernes, 24 de mayo de 2013

Queen

Debería dejar de asociar a Elisa -Lilita- Carrió cada vez que escucho Bohemian Rhapsody.

Carrió, Carrió, as if nothing really matters...

Para saberrrrrrr cómo es la soledad

La monótona rutina de la soledad me lleva a hacer el ajetreado gambeteo de no poder eludirla y barrer el piso estoicamente abatido.

jueves, 23 de mayo de 2013


miércoles, 22 de mayo de 2013

A veces la madurez de una mujer se mide en la cantidad de veces que corta y vuelve con el novio.

lunes, 20 de mayo de 2013

RARE

Hoy conseguí profesora para piano. 
Me preguntó qué estilo me gustaría aprender; contesté que me interesaba el blues, jazz...
- ¿Jazz? - Preguntó. 
- Sí, jazz. - Respondí. 
- ¡Pero qué sorpresa! ¡Sos de las pocas personas raras que ya no hay!


...Y se sintió lindo.


viernes, 17 de mayo de 2013

Aquel chico - Santaflow

Viejos tiempos con mi prima Caro...
http://www.facebook.com/viqqi.pomerantz/posts/194676487244204
2 de mayo de 2011 a la(s) 18:58 · 


Aquel chico

100 ENTRADAS

jueves, 9 de mayo de 2013

La reina loca

Los dos hombres entraron al salón y se quedaron mirando a la mujer parada junto a la ventana, perdida en el horizonte mientras canturreaba una triste melodía. El que iba de blanco fue el primero en hablar: 

– ¿Sabe usted quién es esa mujer?
– Pues sí – le contestó el otro. – Es la reina loca.
– Muy bien ¿conoce usted su historia?
– Sí. Enloqueció al ser abandonada por el rey.
– ¿Y conoce usted al rey?
– No, no lo conozco.
– Eso es porque nunca hubo rey – replicó el hombre de blanco.


El otro hombre se volvió para mirarlo y frunció el ceño intrigado.


– ¿Y qué hay de su corona? – preguntó mirando otra vez en dirección a la mujer.
– Nunca tuvo.
– ¿Y su trono?
– Tampoco.
– ¿Y su reino?
– Tampoco.
– ¿Y por qué "reina"?
– Porque el loco es usted – contestó impasible el hombre de blanco.


El otro hombre lo miró sorprendido y abrió la boca para decir algo, pero entonces entendió y guardó silencio. Su expresión congelada reflejó con claridad esa mezcla de pavor y resignación que acababa de invadirlo. 


El hombre de blanco lo tomó del brazo y él se dejó llevar mansamente, sin que su mirada perdida reparara en toda esa gente que se había congregado en el salón y contemplaba la escena con infinita compasión.
No sé redactar, escribo de la primer manera que me sale de la cabeza. 

¿Qué te importa?

En un grupo de amigos, la formación del intereses del grupo se constituye a partir de los primeros intereses individuales de cada uno, aislados, propios,hasta concluír en un interés único, con el transcurso del tiempo, como asociado, creando -no una cadena de intereses-, sino que creando un único eslabón.

Al separarte del grupo, distanciarte, cambiar el rumbo; tu interés individual final, concluyente, el que formaba parte de ese grupo...

¿era realmente un interés propio?


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[REPITO]
[MÁS CLARO]

La vida es a veces una cuestión de perspectiva. Suele suceder que cuando estamos enfrascados en las cosas nos cuesta apreciarlas en su verdadera dimensión, pero cuando tomamos distancia llega a parecernos ridícula nuestra percepción incial.
SE ACABÓ
SE ACABÓ ESE
SE ACABÓ ESE JUEGO
SE ACABÓ ESE JUEGO QUE TE HACÍA FELIZ.

martes, 7 de mayo de 2013

sadghh

el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea. el ente es el ser que hace que el ente sea.

Psíquis (1)

La vida es a veces una cuestión de perspectiva. Suele suceder que cuando estamos enfrascados en las cosas nos cuesta apreciarlas en su verdadera dimensión, pero cuando tomamos distancia llega a parecernos ridícula nuestra percepción incial. Esto se me ocurrió una vez que los escuché a mi viejo y su socio discutiendo sobre una cuestión laboral. Yo estaba estudiando, pero pensaba en otra cosa, y entonces me pareció medio tonto lo que discutían. Me pregunté qué pensarían de la misma cuestión en un momento de distensión. A veces la vida nos abruma, y confundimos lo urgente con lo importante.
EL AMOR DURA LO QUE DURA, DURA.

CHAPERIO II

Cuando las luces de un boliche parpadean, al encender una llama de un encendedor, y que las luces en lugar de parpadear, son de un color permanente -tal es el caso del encendedor, al ser color naranja constante-, estas haciendo el papel de dios sobre tu circulo que rodea tu ente.

«droga»

domingo, 5 de mayo de 2013

El almohadón de plumas

Su luna de miel fue un largo escalofrío. 
Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.

Durante tres meses -se habían casado en abril- vivieron una dicha especial.
Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso -frisos, columnas y estatuas de mármol- producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.

No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.

Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
-No sé -le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja-. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada... Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.

Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.

-¡Jordán! ¡Jordán! -clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.

Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.

-¡Soy yo, Alicia, soy yo!

Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.

Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.

-Pst... -se encogió de hombros desalentado su médico-. Es un caso serio... poco hay que hacer...

-¡Sólo eso me faltaba! -resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.

Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.

Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.

Alicia murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.

-¡Señor! -llamó a Jordán en voz baja-. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.

Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.

-Parecen picaduras -murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.

-Levántelo a la luz -le dijo Jordán.

La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.

-¿Qué hay? -murmuró con la voz ronca.

-Pesa mucho  -articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.

Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandós. Sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.

Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca -su trompa, mejor dicho- a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.

Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

CHAPERIO I

El hecho de que un muchacho, cuando están a mitad de bombeo, se quede en bolas, en lugar de que ser vos la que lo sea, significa que sos muy buena calentando, sin la necesidad de tener que desvestirte.
En el caso que sea al revés...



Sos fácil, amiga. 
Dedicate a otra cosa o acostumbrate a mirar porno, se dice que hasta te puede dejar estéril.

«droga»

viernes, 3 de mayo de 2013

¿TE GUSTA EL "ME GUSTA"?

Primero fue el "me gusta", y ya no fue necesario comentar;
Después fue el "me gusta" para los comentarios, y ya no fue necesario responder;
Próximamente en Facebook, el "me gusta" para los "me gusta",

...y ya no va a ser necesario hacer nada. 

ALMAS GEMELAS

Él caminaba pensando en barriletes y ella en chupetines.

De haber sabido que eran almas gemelas, algunos hubieran considerado una increíble casualidad que coincidieran en la misma vereda. Otros lo hubieran dado por sentado, aclarando que, si bien caminaban en direcciones enfrentadas, era ésta una lógica manifestación cartesiana de la diferencia de géneros.


Tan parecidos eran, que en el momento de encontrarse intentaron esquivarse una y otra vez hacia el mismo lado, hasta que chocaron de frente. Levantaron la vista al mismo tiempo y se miraron, cada uno esperando la disculpa del otro. 


Como no llegaba, él, caballero como hubiera sido ella de haber sido él, inclinó levemente la cabeza y se excusó por su torpeza. Ella, orgullosa como hubiera sido él de haber sido ella, aceptó casi imperceptiblemente la disculpa e hizo ademán de ponerse en movimiento. 


Él, nuevamente caballero, se apartó dándole paso. Así desaparecieron el uno de la vida del otro.


Ninguno de los dos supo identificar esa rara sensación que les dejó el breve encuentro, pero no importó.


Cinco minutos después él pensaba en chupetines y ella en barriletes.


hf.

wow.

http://www.youtube.com/watch?v=P47L-3W1JqM


miércoles, 1 de mayo de 2013

PLEGARIA PARA UN NIÑO DORMIDO



PLEGARIA PARA UN NIÑO DORMIDO

Plegaria para un niño dormido,
quizás tenga flores en su ombligo, 
y además, en sus dedos que se vuelven pan, 
barcos de papel sin altamar... 

Plegaria para el sueño del niño, 
donde el mundo es un chocolatín, 
¿a dónde van?
mil niños dormidos que no están, 
entre bicicletas de cristal... 

Se ríe el niño dormido, 
quizás se sienta gorrión esta vez, 
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar 
que jamás despierto encontrará. 

Que nadie, 
nadie despierte al niño, 
déjenlo que siga soñando felicidad, 
destruyendo trapos de lustrar, 
alejándose de la maldad. 

Se ríe el niño dormido,
quizás se sienta gorrión esta vez, 
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar 
que jamas despierto encontrará.

Plegaria para un niño dormido,
quizás tenga flores en su ombligo, 
y además, en sus dedos que se vuelven pan, 
barcos de papel sin altamar...

Se ríe el niño dormido, 
quizás se sienta gorrión esta vez, 
jugueteando inquieto en los jardines de un lugar 
que jamás despierto encontrará..


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