lunes, 18 de agosto de 2014

domingo, 1 de junio de 2014

Productos humanos

Estoy segura que muuuucha gente en el mundo se puso a leer alguna vez alguna etiqueta de algún producto. Pensar en esto me hizo tener un flash un poco raro.  Estaba mirando un frasco de azúcar. La cosa es que este frasco tenía una etiqueta bastante grande. Había un dibujito pedorro adelante, con frutas, colores y una cucharada perfecta que contiene una montaña perfecta de azúcar. Todo re lindo. En el dorso te meten toda una explicación sobre el contenido. Hay muchísimas cosas escritas. Pero tantas... para un frasquito de mierda de azúcar. "La fructosa, un azúcar de origen natural. La fructosa es un azúcar de origen natural que encontramos en las frutas y en la miel. Posee virtudes nutricionales y gustativas incomparables". "Una alternativa ligera al azúcar clásico. Su poder azucarador es dos veces superior al del azúcar clásica. Así, para un mismo sabor azucarado, utilizados dos veces menos de fructosa, blaaaaaa, blaaaaa, blaaaa..." "Un azúcar que revela los sabores. Sus cualidades gustativas realzan el sabor natural de las frutas, este azúcar natural es ideal para sus compotas y sus dulces hechos en casa" y más bla, bla bla. Hijos de puta. ¡ES AZUCAR! ¿Alguien con un sentido lógico  sobre este mundo pelotudizado podría explicarme por qué mierda hacen esto? ¡Estamos hablando de azúcar! ¡Se saque de donde se saque va a seguir siendo azúcar!
Bullshit.

Habiendo sido necesaria toda esa introducción de lo de la azúcar, empecé a pensar que nosotros estamos en la misma. Y somos, como el azúcar, sólo seres humanos.
Pienso que quizás va a llegar el momento necesario en que Nike ponga la pipa en la parte delantera de la remera (como bien lo hace) y atrás toda la explicación de lo que representa usar esa marca "Esta persona es cool, deportista (o no), tiene un sentido de la estética perfectamente adaptado a las necesidades de prejuicio social de esta época. Es una persona activa. Cuenta con el apoyo de las grandes multinacionales y nunca se va a dar cuenta de que ese apoyo no existe, y que encima él pasó a ser uno de sus productos publicitarios. En pocas palabras, un capo". También me imagino una escritura similar todo a lo largo de esos borcegos negros, Dr. Martin, que todas las minas usan como si fueran parte de una sociedad superior: "La composición de esta persona es 20% conchuda, 80% falsa. (Ese último porcentaje puede variar). Sale con sus amigas a boliches en donde sólo hay que tener tetas para entrar. O un Iphone. No come mucho. Si lo hace, se siente gorda y necesita siempre decir lo gorda que está para que sus amigas le digan lo contrario y se sienta un poco menos infeliz. Su grupo cercano de hombres, para salir, para intimar, para previar, son todos casi iguales en relación a vestimenta, pero que, dentro de todo, pertenecen a su misma raza. Ella es genial, moderna, puta y un poco bastante boluda. Lo más. Ella es tu modelo a seguir, hacelo y suicidate en masa".

Dicho todo de esta manera puede resultar un poco violento. Pero lo que es violento para mí, es que no existan estas descripciones en la ropa, como "etiquetas" humanas. Sino que existan en lo subliminal de sus publicidades.